martes, noviembre 26, 2013

Fotografías

Amber rompió la envoltura transparente sin cuidado alguno. Abrió el álbum y comenzó a meter las fotos. Henry se dispuso a ayudarle, tomó una foto que tenía impresa la cara sonriente de Amber mirando a un punto al lateral, pero al tomarla, sus dedos sintieron algo extraño en uno de los bordes, cómo si faltara algo, notó entonces que ese mismo lado de la foto estaba ligeramente chueco; alguien había cortado la foto.

—Amb—llamó a Amber, lleno de curiosidad—hey Amb, ¿por qué cortaron está foto?

Amber observó la foto, más pequeña que las demás, la miró detenidamente por unos segundos y luego sonrió, sin entusiasmo.

—Yo la corte.

Henry esperó a que Amber continuara, y ella así lo hizo, aunque lentamente y con ligera precaución en sus palabras.

—Tengo un fuerte ideal acerca del amor y la amistad, Henry. Si la amistad o el amor se acaban, también se acaban las fotos.

Henry volvió la mirada hacía la foto, ahora sólo de Amber. La foto mostraba a Amber feliz, con los ojos vueltos una tierna y agradable curva de felicidad, pero atentos a quién quiera que fuera la otra persona.

— ¿Con quién estabas? —cuestionó Henry, ligeramente inquieto.

Amber tomó un fajo de fotos y las metió en el álbum antes de contestar.

—Con un exnovio. El último.

Henry se estremeció un poco, pero agradecía la sinceridad de Liu. Ambos se quedaron callados un rato, y Henry tomó la foto de Amber entre sus manos, la acarició con las yemas de los dedos, y al fin dijo:

—Si nuestro amor se termina, o incluso si también termina nuestra amistad, por favor, no alejes mi rostro del tuyo en nuestros recuerdos.

Amber lo miró, con las pestañas yendo y viniendo rápidamente. Separó los labios con lentitud, pero no encontró nada para decir. Así que colocó su mano sobre la de Henry, y asintió.

—Promételo—exigió Henry, con un tono de voz que nunca usaba con ella.

Los ojos de Amber tintinearon, con algo próximo a las lágrimas.

—Lo prometo—aseguró, sintiendo que toda la piel le temblaba.

Henry la acercó con sólo una mano, tirando de ella en un abrazo, y la quijada de él cayó sobre el grácil hombro de ella.

—No me alejes de ti—susurró él, y de nueva cuenta, ella lo único que pudo hacer fue asentir.










Esto llegó a mí debido al libro Las pequeñas memorias de José Saramago. La madre del autor tenía la misma convicción que Amber aquí, en este diminuto escrito.
Me gustó la idea, y decidí llevarla a cabo sólo un poco.
Son mis recuerdos así que, puedo elegir que conservar y que no.

1 comentario:

  1. OMR!! TT________TT me encanto *o* Ame cuando henry le dijo que lo prometiera <3

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